Consiste en dos procesos: la macroedición, que asegura que el documento cumpla con los requisitos generales y los aspectos de forma del proyecto, y la microedición, que supervisa a fondo el documento, como la veracidad de su contenido y la idoneidad del texto con respecto al lector objetivo.

La edición puede comprenderse también como una adecuación pedagógica si se trata de textos escolares o una validación de experto temático.

La corrección de estilo es la aplicación de las normas ortográficas y gramaticales de la Real Academia Española (RAE) al texto. Este proceso garantiza la falta de errores ortográficos y la claridad de la redacción de cualquier documento literario, empresarial o institucional; entre estos últimos, manuales, productos e informes de consultorías, investigaciones y asesorías, etcétera.

La corrección de pruebas, también conocida como ortotipográfica, evita errores mecanográficos, incoherencias en referencias internas y erratas en textos agregados a último momento. En publicaciones digitales, incluye la prueba de usuario final en diferentes dispositivos.